Vivir sin esperanza

Hace unos días mientras mi hermano hacia su tarea de religión, escuche una pregunta que debía responder….

¿Cómo sería la vida sin esperanza?

En ese instante, cruzó por mi mente la imagen de un mundo sin esperanza; fue tan trágico y aterrador.

Imagínense que un enfermo despierte sin la esperanza de sanar, un corazón roto sin la esperanza de volver a amar, una madre preocupada sin la esperanza de volver a ver al hijo perdido, un padre sin la esperanza de encontrar la manera de salir de todas las deudas, una niña sin la esperanza de que sus padres hoy no pelearan, un mundo sin esperanza sería prácticamente un mundo lleno de miseria, un mundo muerto sin nada que lo haga avanzar.

La esperanza es ese sentimiento que nos empuja a seguir intentando hacer las cosas, es eso que sentimos que no nos deja desistir de nuestros sueños, es lo que nos hace levantarnos a diario, es lo que prácticamente mueve al mundo.

Incluso para aquellas personas que solo les interesa el dinero el mundo acabaría, ya que ellas a pesar de tener un interés mezquino, tienen también la esperanza de que sus “sueños” se hagan realidad.

La esperanza mueve al mundo, la esperanza no es buena ni mala, la esperanza es neutral, y toma una posición cuando la depositamos en algo, si queremos que sea buena debemos saber en que depositarla.

“Aprende que no debes depositar todo tu amor y toda tu confianza en los seres humanos. Las personas flaqueamos y fallamos. Entiende que sólo cuando le entregas tu vida, tus pertenencias, tu sufrimiento y tu amor total al Señor, hallarás una misión que le dé sentido a tu existencia...♥”

02-03-2011