Soy mamá desde hace 6 años y ha sido un viaje realmente difícil, divertido, interesante, estresante, increíble, lleno de amor, lleno de frustración y un sin fin de momentos tan diferentes uno del otro que al final no sé cómo definir lo que realmente es la maternidad para mi.
Debo confesar que si bien al principio, en mi embarazo y los primeros años de Ariadne conmigo no fueron los mejores, ni mi situación sentimental y económica era la adecuada, tuve el apoyo de mi familia y de personas cercanas que siempre estuvieron para mí.
El apoyo de las personas que te rodean tiene un papel muy importante a la hora de llevar tu maternidad, así que si empiezas a acomodarte para juzgar la maternidad de otra mujer, primero piensa que no todas han tenido la misma experiencia, el mismo estatus o el mismo apoyo que has tenido tu.
Trabajar todo el día en una oficina, o ser ama de casa 24/7, ser tu propio jefe y elegir tus horarios, que el padre del hijo lleve una paternidad responsable o tener el apoyo de tus padres... ninguna de esas situaciones tienen la misma carga y por lo mismo, todas influyen en cómo llevas tu maternidad.
A veces juzgamos a otras madres por no hacer lo que creemos necesario con sus hijos, pero no nos detenemos a pensar que no tenemos NI IDEA de cómo un montón de situaciones influyen para que ella lleve esa tipo de maternidad.
Juzgamos si vemos que sobre protegen a un niño o niña, juzgamos si vemos que descuidan, juzgamos si lo deja solo, juzgamos si no sabe comer verduras, juzgamos si hace berrinche en la calle, juzgamos si no puede hacer que su bebe deje de llorar y así una lista enorme donde obviamente olvidamos la empatía o tal vez olvidamos que no sabemos NI MIERDA de lo que es ser madre para esa mujer.
No quiero alargar más esto, lo único que tengo claro es que debemos dejar de juzgar la maternidad de otras mujeres.
A veces creemos "aconsejar", pero nuestros consejos suenan a prejuicios, lastiman y menosprecian a otra mujer.
Debemos cuestionarnos a diario para no caer en lo mismo de siempre.
Debemos recordar que las experiencias y circunstancias no son nunca las mismas para todas, y evitar juzgar desde la ignorancia y la falta de empatía.
Debemos cuestionarnos a diario para no caer en lo mismo de siempre.
Debemos recordar que las experiencias y circunstancias no son nunca las mismas para todas, y evitar juzgar desde la ignorancia y la falta de empatía.
