El poder de las palabras

Siempre supe que las palabras son poderosas, pero nunca lo había visto de la manera en la que lo vi hoy... hoy mientras leía el libro "Los 4 acuerdos".

Recordé hechos marcados y detonadores en mi vida en los que las palabras de personas que eran importantes para mi, valieron incluso más de lo que yo misma pensaba de mi.

Qué tan sano es eso? Pero es la realidad de la mayoría de nosotros. Dejamos que aquello que dicen los demás nos afecte de alguna manera en nuestro diario vivir.

Son acuerdos que hacemos y por los que nuestra vida se direcciona y se influencia. Tal vez pensamos que no tenemos ese tipo de acuerdos, pero todos en alguna medida dejamos que algún tipo de acuerdo rija en nuestra vida.

Padres, profesores, amigos, parejas, familia... los acuerdos pueden venir de cualquiera.

Recuerdo que cuando Wil y yo empezamos a ser amigos, algo que marcó en mi fue que el realmente creía que yo valía mucho y sabía mucho sobre nuestra área. De hecho era una de las razones por las que siempre creí que me enamoré de él.

Alguna vez le dije: Me hiciste sentir especial, fuiste el primero en confiar y creer en mi. (Me refería más al hecho de ser capaz.)

Después empecé otra relación, aquella persona me repetía muchas veces que era "muy madura" para mi edad, y lo creí. Pero al mismo tiempo me decía que no podía vivir sin mi, y esas palabras pesaron muchísimo, entonces... dejé que él se aferre a mi.

Las palabras son conjuros poderosos...

Las brujas recitan hechizos

Los indios cantaban para que llueva

Los padres nos convencen desde niños de qué somos y de qué no somos capaces

Las palabras son magia, magia llena de colores y magia negra, pueden hacer cosas increíbles en el buen y en el mal sentido.

Cuando volví con Wil muchas palabras del pasado desestabilizaron mi supuesta "madurez", lo realmente malo no es en sí lo que me dijo, creo que más malo fue creerlo y hacer un acuerdo para dejar que mi vida gire en torno a ello.

Siempre dije "no soy de las que se casan", porque creí aquello que alguna vez me dijo, y aunque después arreglamos todo, mi subconsciente seguía recordando y siendo fiel a ese primer acuerdo que regía mi vida.

Las palabras constituyen el poder que tienes para crear. Son un don que proviene directamente de Dios "En el principio existía el verbo y el verbo estaba con Dios y el verbo era Dios.".

Pero cómo romper esos acuerdos que hemos hecho basados en juicios de terceros y de nosotros mismos?

"Ser impecable con tus palabras" Qué es ser impecable? "sin-pecado", sé que muchos tenemos una mala experiencia con las religiones, pero esto se aleja de la definición que tienen las religiones sobre lo que es "pecado".

Aquí les dejo un pedazo del libro que habla sobre lo que realmente significa "pecado".

De alguna manera siento que ya desde hace mucho tiempo, mi vida se rige buscando esta meta sin saber que eran acuerdos que debía romper.

Me quedo algo tranquila al darme cuenta que mi intuición ya viene estando en paz conmigo y la dejo guiar mi vida para ser aquello que debo y sé que vine a ser.

Hermana de Jesús

No pasa un día sin que te piense, te recuerde y te extrañe.

Agradezco mucho poder vivir mi luto de esta forma, siento que es más tranquila de lo que alguna vez imaginé...

Pero hay días en los que siento rabia e impotencia... veo festejos, fiestas, aglomeraciones sin necesidad y personas que no quieren vacunarse por x razón. Pienso en las oportunidades de vida desperdiciadas y la poca falta de respeto a la vida.

Me dejo juzgarlos, me permito reprocharles dentro mío porque al mismo tiempo quiero que esto que siento salga y deshabite mi cuerpo y mente. Negarlo sería como invitarlo a que se quede por más tiempo y es algo que no quiero.

Últimamente me he sentido más cerca de Dios, me gusta volver a conocerlo y replantear la figura que siempre tuvo en mi vida, la figura que muchas veces hace que personas de diferentes religiones se sientan más "privilegiadas" que los demás, odio eso, odio la superioridad moral con la que muchos religiosos viven su día a día.

Pero hemos venido a este mundo a aprender, somos almas tan perfectas que elegimos venir y asumir esta personalidad humana para poder aprender en la tierra las lecciones más difíciles. Pensar en Jesús viniendo a la tierra porque así lo decidió y que tuvo sentimientos de ira, impotencia, miedo y tristeza... me hace verlo más como el hermano que vino a ser.

La Biblia muestra a un Jesús perfecto, un Jesús que desde que nació fue un ser divino, pero no hay divinidad en su enojo e ira que sentía cuando veía que entre el pueblo reinaba la avaricia, codicia y el enriquecimiento de unos cuantos... ese Jesús fue el Jesús liberal y revolucionario, no fue un Jesús de amor. Qué difícil sería que todos aceptaran que esas emociones estuvieron tan presentes en la vida de Jesús como en la de nosotros. Después de todo nosotros no somos nuestras emociones, porque las emociones son pasajeras y no están destinadas a permanecer en nuestro cuerpo para siempre.

Me gusta ver a Jesús así, como mi hermano, eligiendo venir a este mundo a aprender y enseñar, un Jesús resonando en nuestros corazones después de todo lo que aprendió cuando eligió su personalidad humana.

Jesús no vino a la tierra a triunfar, Jesús vino a enseñarnos y a aprender, por eso es que cuando vemos las dificultades en nuestra vida tenemos que ser menos duros con nosotros mismos, reconocernos como los seres grandiosos que somos por haber escogido ciertos aspectos para enfrentarnos a aquello que más nos cuesta.

Somos como niños asustados en una noche oscura necesitando ir al baño... nosotros decidimos apagar la luz para poder vencer nuestros miedos, para poder sanar nuestras heridas y dejar aflorar la valentía que tenemos dentro pero que se estaba escondiendo.

Me gusta pensar en mi como la hermana de Jesús, reconociéndome tan valiente como para elegir algo que Jesús también eligió.

Y te reconozco así Wil, como un alma muy valiente y mi alma compañera. Somos eternidad, somos amor incondicional y espero realmente poder llegar a despertar ese amor mientras esté con esta personalidad.