A 4 días de mi cumpleaños solo puedo decir “Gracias”, ¿A quién?, A Dios por dejar que en estos 361 días hasta hoy haya podido ver el sol y despertar con más ganas de vivir que antes, a mi querido Daddy por ser el!, por quererme y perdonar los errores que he cometido día a día, a mi querida Wendy, porque siempre estuvo a mi lado pese a las locuras que se me ocurren.
Haciendo un resumen desde el año pasado, tendría que empezar por decir que me veo desde fuera y creo haber crecido un poco más, he leído mucho y espiritualmente me he acercado más a Dios, he llevado mis tristezas fuera de mi alcance, he cambiado mucho.
Ha sido un año difícil, como en la vida de todos han habido personas que complicaron mis días, personas que en su momento pensé que no tenían la culpa de nada, pero lo cierto es que “uno cosecha lo que siembra”, recuerdo haberle dicho eso a unas cuantas y en verdad que me quede con las ganas de decirle lo mismo a una persona muy especial con la que nunca tuve el gusto de hablar de frente, pero estoy segura que sin falta habrá alguien que se lo diga, porque hay cosas que son de una sola manera aquí y en el otro lado del mundo, fácil es esconderse detrás de alguien, de algo, de excusas, difícil es luchar día a día y mirarse al espejo y saber que aunque cometimos errores estamos arrepentidos y tenemos la certeza de haber hecho algo para enmendarlos, todo lo que hacemos siempre tiene consecuencias, esa fue una lección muy grande que he estado aprendiendo por un largo año, gracias a Dios todo mejoro y ahora las cosas están mejor que nunca, mis días han sido tocadas por los rayos del sol, el destino me trajo a muchas personas que me agrado conocer, amigos que han sido grandiosos, amigos que me han apoyado y han tenido las palabras correctas.
Hace meses creí haber conocido la tranquilidad total, quise cerrar los ojos y no ver a nadie, tapar mis oídos y no escuchar nada, pero ahora sé que las cosas que me pasaron antes tardaran en sanar, pero lo hermoso de mi presente es que no puedo evitar levantarme sonriendo, desde hace poco tiempo la felicidad simplemente ha tocado mi corazón.
Me encuentro esperando con ansias que llegue el día de mi cumple para decir Gracias mi Dios, por darme esta sonrisa a diario, por darme la esperanza con la que despierto cada mañana, por darme mil alegrías, mi familia, mis amigos y mi adorado niño.
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