Me han dicho muchas veces que debería "dejarlo descansar", que nombrarlo o llorarlo hará que Wil no descanse en paz...
Sé que me lo dicen desde sus creencias, pero de cierta manera no le hayo sentido.
Creo firmemente que Wil está experimentando una existencia divina más allá de emociones y aflicciones que son meramente humanas.
Él ahora es luz.
No puedo, ni quiero dejar de hablar de él, no imagino una vida donde evite mencionarlo, donde tenga que frenarme a llorarlo.
Mi llanto no es con rabia, no es con culpa o desde el enojo. Lo lloro desde mi "yo" humano donde siento su ausencia, donde aunque lo haya despedido en amor, me hace falta.
Sé que ambos planeamos encontrarnos en esta vida, no sé si esta era la única posibilidad de desenlace, pero estoy segura que en este punto de nuestras vidas, fue el necesario para ambos.
Pero lo recordaré siempre, hablaré de él cuando sienta que deba hacerlo y me permitiré la tristeza...
Estaré triste, pero sé que yo no soy tristeza.
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