Mis 23 primaveras... juajuajua

Acabo de despachar a mis invitados y hacer mi oración agradeciendo a Dios por haberme permitido compartir hoy con las personas que vinieron a visitarme… por haber cuidado a Papá, Amparito, Rafa y Cristhian… que fueron a comprar una revista al centro… y al final llegaron a encontrar un accidente de auto… la vagoneta quedo deshecha… pero… TU eres tan grande y bondadoso que no permitiste que a ellos les pasara nada… te pido mucho por la otra parte que sufrió el accidente, porque pese a que ellos fueron los culpables del accidente, también fueron ellos quienes se llevaron la peor parte… te pido mucho por los niños que iban en el otro auto… cuídalos, protégelos y no permitas que su situación empeore…

Cada año es un año que aprendizaje acumulado… y pues haré uso de aquello… ya había decidido darme un tiempo estando sola… pero cada vez que tenía que verlo para hablar sobre eso… había algo más importante que atender… y aunque suene a mi conveniencia… lo tomaré como una señal tuya… y pondré mi mejor esfuerzo en esta relación…

… Si el me quiere… y yo a el… y ambos caminamos de tu mano por separados… y juntos siempre encontramos la manera de que tu luz nos muestre el camino… nada va a salir mal…

He tomado una decisión muy importante… porque justo el momento en que vi a mi prima… sentí que era lo que debía de hacer… me congregaré junto con ella… de esa manera ambas te seguiremos debió ser desde el principio…  cuando se lo dije… ella me miro con unos ojos realmente hermosos… y me dijo… ESTA NOTICIA LA HE ESPERADO CON MUCHAS MUCHAS ANSIAS y me dio un abrazo enorme!!!… 

23 años de aprendizaje… o bueno, casi 23…

Cada año ha sido un ano ganado lleno de aprendizaje… incluso cuando no entendía que era “aprender”…

Mis primeros años en esta vida los pase sin siquiera saber que estaba aprendiendo… pero no hay día en que no aprendamos algo…

En mi primer año aprendí a que incluso siendo frágil y estando desvalida, Dios nos pone a una personita (ángel) al lado para cuidar de nosotros… Me dio a mi madre…

 A mis 2 años aprendí que aunque mis piernas temblaran al principio… siempre hallaría la forma de dar el siguiente paso…  eso ahora me sirve de mucho…

A mis 3 años aprendí que incluso habiendo practicado un año entero dando paso tras otro… mis pasos nunca serian seguros… siempre tuve la opción de ponerme de pie y ser precavida…

A mis 4 años aprendí que aunque me compraran los juguetes que siempre pedía… siempre terminaba deseando los otros juguetes que tenían mis amigos… muchas veces ponemos los ojos en lo que los demás tienen sin apreciar lo que nosotros tenemos y el esfuerzo que pusieron los demás para que tengamos eso…

A mis 5 años aprendí que no siempre podía confiar en mi hermana mayor, cuando venia llorando a mi aula para decirme que había perdido su dinero y que si le podía dar… ahora entiendo porque es gordita, porque siempre se las ingenio para que le termine dando mi dinero…

A mis 6 años aprendí que había algo más que las ganas de pasar clases que me hacían alistarme para ir al cole, pues el niño Kenner siempre llamo mi atención… son más de 15 años y ahora ni siquiera cruzamos palabras…

A mis 7 años aprendí que ya no podía decir, estoy en casa con mis padres… pues ya solo tenía la posibilidad de decir… estoy en casa con mama… porque papa ya no estaba…

A mis 8 años aprendí que mientras menos estudiaba, mas preguntas me hacia la profesora… y cuando estudiaba era como si ella lo adivinara y no perdía el tiempo intentando hacerme pisar el palito…

A mis 9 años aprendí que había canciones que me hacían electrizar mi cuerpo… las hermosas y raras canciones de Fey, nana ra pum pum totocatepe… lalalalalala

A mis 10 años aprendí que el colegio podía ser una pesada carga y más aun cuando uno es nueva y es pequeña y tiene el cuerpo de niña y todas las demás parecen ser quinceañeras y tienen al menos 2 años más que tu…

A mis 11 años aprendí que existen las MALAS influencias… y que el estar con una chica que era popular no fue lo mejor del año 2000…

A mis 12 años aprendí que habían heridas que eran difíciles de sanar, heridas por las que yo no podía hacer nada… heridas que aunque no eran mías terminaban afectándome… así que aliste mis cosas y me fui a vivir con papá…

A mis 13 años aprendí a no sentirme culpable por querer a Amparito (la esposa de papá), porque después de todo ella aprendió a quererme también…

A mis 14 años aprendí que aunque yo quedaba conforme con cómo se veía mi cuarto, Amparito siempre decía que estaba desacomodado…

A mis 15 años aprendí que… las barbies no solo eran juguetes con los que podía jugar hasta los 13 años jajaja…

A los 16 años aprendí… que poco a poco… mis frases que debían decir Mamá… los momentos que le debían pertenecer a ella… poco a poco Amparito se los gano…

A mis 17 años aprendí que con un año en la universidad ya empecé a coleccionar tropiezos y piedras en mi camino, aprendí a fijarme en la persona equivocada y hacer eso no más porque nadie más puso sus ojos sobre mí…
y que el patito feo que siempre creí ser... era un papel que yo sola me puse...

A mis 18 años aprendí que es difícil perdonar a alguien, pero no es imposible…  que no es necesarios ser igual a alguien para que este alguien sea tu amigo… te quiero Wedy!

A mis 19 años aprendí que los problemas grandes siempre empezaron siendo pequeños y que por ser pequeños nunca les preste atención…

A mis 20 años aprendí que alguien pudo ser la razón de mi vida… pero una mala decisión me hizo perderla… pero hasta hoy siempre ando recordando a aquella persona… (no hablo de ningún chico…
Aprendí que ser hermosa y sentirte bien no es algo que se vea con los ojos... es empezar a sentirte bien contigo... te sientes bien, cuando sabes que tu corazón siente lo que debe sentir!

Que el AMAR  a alguien no te exenta de lastimarla… que el amor no es suficiente cuando no viene acompañado de madurez…

A mis 21 años aprendí a perdonar con el corazón…

Y a mis 22 años aprendí a amar a personas que están lejos de mí, a poner a Dios en primer lugar de todo… a que siempre sabemos que está bien y que está mal… solo que a veces nos gusta parecer cegatones…

Aprendí que la distancia no es límite cuando sabemos que el mundo entero es nuestro…

Aprendí a extrañar momentos que siempre intente evitar…