Ayer al salir de un laboratorio donde me hicieron análisis para donar sangre, me fui caminando hacia el hospital donde mi abuela se recupera de una exitosa operación. No era lejos, tal vez unas 6 a 7 cuadras, no me percate que una simple caminata podría mover tanto a mi corazón. Soy mujer después de todo.
Nuestra cabeza suele ser rígida cuando intentamos olvidar cosas, lugares... pero en el momento en que nuestro objetivo es olvidar a una persona, creo que cada parte de nuestro cuerpo se confabula en contra de nosotros.
Hace un par de años, en Mayo del 2012 les escribí sobre aquel momento tan esperado para mi El reencuentro, aquel "reencuentro" se dio en un lugar, tal vez me gustaría decir que no ocurrió y que solo paso por mi cabeza, pero lastimosamente no es así, pues ese "reencuentro" ocurrió en un lugar físico.
Seguí caminando normal, había algo raro e incomodo, tal vez el hecho de estar caminando sola y no tener a esa personita a mi lado intentando correr, pidiendo dulces, y revoloteando como de costumbre. Mientras me acercaba mas al hospital, reconocí esas calles, mi ojos pusieron a mi corazón al tanto... era aquel mismo lugar.
No podía dejar de ver aquella vereda por la que camine muchos días, semanas, meses para ir a su encuentro, era la misma época del año, me sentía igual de libre que aquella vez, ligera y con mucha esperanza en el corazón.
Es increíble el apego que tenemos hacia ciertos lugares, nos recuerdan tantas cosas, nos alborotan los sentidos y nos achicopalan el corazón.
Pero como es obvio para los que me rodean, no quiero sentirme sentimental nunca mas...
Pase de largo, con los ojos cristalizados y la mirada perdida... no quería sentir nada, solo seguí caminando, llegue al hospital, abrace muy fuerte a esa viejita, ambas dijimos: Dios nos ha escuchado, todo ha salido bien!!!
Al salir de allí, no quise sentirme igual, cruce al frente para caminar por la misma vereda en las que camine aquellos años... quería hacerle frente y no escaparme. Me acerque a esa librería que siempre vi por allí... y engañe a mi corazón al mirar libros de amor, pues mi único objetivo era leer de cualquier tema, menos de amor.
Y aquí me tienen, empezando mi segundo libro de John Katzenbach! "Un final perfecto". Aun no es tiempo de leer historias de amor, cuando el corazón este listo seguramente agarrare una que otra historia, mientras mantendré ocupada esta mente con historias de suspenso.
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