Miscelanea entre cucarachas y mariposas

Suelo reír por dentro cuando escucho a alguien que dice: “Es injusto, la vida es injusta” “Que hice para merecer esto”… y es que somos seres tan imperfectos y malvados (*no todos, lo sé*) que es tan hipócrita de nuestra parte preguntarse esas cosas.

Lo recuerdo a él diciendo una y otra vez que no hizo nada para merecer lo que le pasa, recuerdo a una que otra persona maldiciendo al viento, a Dios, al diablo… por lo que le toco vivir.

Sé que muchas situaciones que pasamos por la vida no parecen justas, pero vuelvo a hacer mías aquellas palabras de hace años… aunque ahora las entiendo más, las acepto más y me resigno a ellas… mas no las declaro como parte de mi vida.

“La vida no es justa, para quien no es justa con la vida”

Hoy siento ese vacío en el estómago, una increíble incomodidad, como si algo grande se aproximara, tengo algo de miedo y me agrada sentir miedo, o sea… me agrada la idea de darme cuenta que debo ser cuidadosa, después de todo, el miedo es un aviso, debes tener cuidado o debes observar más.

Pocas veces ese sentir de cosas feas y raras en estomago me llega a afectar físicamente, pero hoy me dieron muchas ganas de vomitar… por suerte ya se pasaron y esto me hace ponerme más alerta, vivir más en comunión con mi alrededor, y agradecer mucho, mucho a Dios.

Estoy en el lugar al que me trajeron todas y cada una de mis decisiones, estoy orgullosa de estar aquí, pero, si, hay un “pero”, pero me hubiera gustado ser más delicada con aquello que estuve dispuesta a vivir en nombre del “amor”.

Amar es lindo, es realmente hermoso, pero eso no quita que deteste la idea del amor, la idea de las promesas, el cinismo que tenemos cuando juramos algo en nombre de ese sentimiento que no debería levantar promesas, que no debería mancharse con palabras hipócritas.

Tengo la piel de gallina cada vez que intento escribir sobre el amor, jejeje, tal vez es porque también, de cierta manera intento no pensar en ello… intento no prometer nada, intento solo sentir el momento y sonreír por detalles.

Sé que aunque ahora este con algo de “asco” por lo que se aproxima, por aquello que tal vez llegue a enfrentar, estoy muy segura que seguiré sonriendo, seguiré alegrándome por cada pequeño detalle, la vida es tan LINDA, es tan hermosa y tan perfecta que me hace sentir mariposas en estómago y se ponen a pelear con las cucarachas que sentía toda la tarde.

La vida me enamoro, con las oportunidades, con los atardeceres, con permitirme ver las estrellas cada noche, por dejarme disfrutar los colores hermosos de cada madrugada cuando no consigo dormir.

Y así, sin pensar escribí tanto, de tantas cosas, de tantas personas… sin mencionar nada.

…Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta… SOLO DIOS BASTA. 

Nuevamente como muchas veces, desde hace muchos años... hago mías las palabras de esa mujer tan sabia. "Solo Dios basta"