Me lleno de flores,
me visto de azúcar,
dulce al tacto,
delicioso néctar que por ti conocí...
Te siento,
te pruebo,
incomoda amargura,
Cambiaste?
cambie yo?
no disfruto tu sabor,
escapo a tomar algo,
algo que me quite la amargura.
Vuelves,
ofreces, te vas...
Te siento de nuevo...
Cambiaste?
Dices no, pero no hay dulzura,
solo amargura...
Cambias lo que me gusta,
permanece lo que no,
como lo haces?
quieres alejarte?
Dices no, sin embargo
tus cambios me alejan...
y tus faltas de cambio también.
Adiós... en otro tiempo, en otro lugar...
tal vez nos volveremos a amar.
Ahora ya entiendo por qué andabas con florecillas en la cabeza en los últimos días jejeje… bueno, cuando algo viene y se va, está en duda, no se decide, mejor es decirle adiós, chau. Lo peor que puede ocurrir es que vivas en la incertidumbre sin saber si SÍ o si NO
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