Amor y dolor, amigos desde siempre

Desde pequeños todos, o bueno, la mayoría somos cuidados como pequeños juguetes de porcelana. Mamá y Papá no quieren que los golpes nos acierten, no quieren que las tempestades de esta vida nos lleguen, pero lo cierto es que de a poco vamos creciendo y vamos enfrentándonos solitos a lo que la vida nos tiene preparado. 

De la misma manera vamos adoptando personas que llegamos a amar, a querer mas que nada en este mundo, y así es que también al igual que nuestros padres, aprendemos lo que es amar, lo que es cuidar y lo que es no querer que nadie lastime a la persona que amamos.

A que viene esto?

He pensado en lo que es aquel odio que algunos sienten contra los que alguna vez amaron, y me pregunto, sera posible que podamos llegar a odiar a una persona a la que amamos? y me responso sola, creo que no. 

Si en verdad amas a una persona, esa persona también debe amarte, si en verdad es amor, no puede no ser correspondido. Si amas y no te aman, entonces no es amor, es solo otro sentimiento que aun no han etiquetado.

El verdadero amor, perdona...? El verdadero amor simplemente permanece como eso, como amor, no se transforma, no se disipa, no se pierde. A veces nos lastimamos, a veces sin querer o tal vez queriendo tomamos un acto como una pequeña revancha, pero si es amor, entonces no muy después nos daremos cuenta que estamos arrepentidos por esa revancha.

Y sola me respondo, me pregunto... 

A veces el dolor es necesario para saber cuanto amas a alguien, pero eso no significa que deba ser para siempre. El dolor debe ser pasajero, momentáneo. Tu vida debe ser llenada por alegrías, por recuerdos hermosos y momentos felices. 

Si bien el amor y el dolor a veces van de la mano, no es que deban permanecer todo el tiempo junto.

El amor debe ser nuestro compañero de cuarto y el dolor nuestro huésped solo por momentos. 

Yo te amo, y tu me dueles... Me dueles mucho ahora, pero con el tiempo se que solo quedara amor. 

Y tal vez en otra vida? puedo hacer que te quedes.