Fue un verano inolvidable, de esos que nunca se pueden borrar, aquellos que claramente ponen una línea que divide lo que fue tu vida hasta ese momento y lo que será en adelante.
Creía tenerlo todo, al menos todo por un cierto tiempo, pero cuando mis ojos te vieron besando a tu novia, me di cuenta que no era así, eran ya 7 años sin verte, sin volver al pueblo de mis padres.
Recordé lo que causabas en mi, lo débil e impredecible que solía ser cuando éramos niños...
Sacaste tus manos de su cintura... la tomaste del rostro, pero antes de besarla miraste justo hacia mi, al parecer te percataste de mi mirada curiosa, sonreímos y no me incomode al hacerlo, eramos tu y yo mirándonos, la soltaste y corriste hacia mi, que momento tan hermoso para mi pero horrible para ella, no me sentí para nada culpable, porque soy de las que piensa que todo sucede por algo, seguramente ella pronto sería recompensada.
Además la felicidad de uno no es siempre la felicidad de otros, hay veces que es necesario ser egoísta para disfrutar plenamente de un momento feliz.
Llegaste a mi y me rodeaste con un fuerte abrazo, debo confesar que eso me dejó inmóvil, un HOLA con una sonrisa enorme era para lo que estaba preparada, un abrazo y un beso en la mejilla fue demasiado, pero no dije nada para no hacerte sentir incómodo.
Había mucho de que hablar, me contaste cómo fue que aquel niño tímido al que yo estaba acostumbrada a ver se volvió el Don Juan que ahora estoy conociendo, yo solo dije que había sido sencillo acostumbrarme a la ciudad, vi un poco de enojo en tu mirada, pero sabías que no suelo pulir mis palabras por muy duras que sean.
Te conté sobre mi novio, o al menos intente hacerlo, creo que nunca viste venir ese tema, desde que comencé a salir con él me imagine contándote lo diferente que era a ti, tan confiado, tan alegre con todos, no como tu que te guardabas tu alegría para mi, pero justo ahí sentados sobre la grama verde me di cuenta que ya no tendría caso decirte nada, lo poco que había visto de ti hasta ese momento era muy parecido a el.
Tu comenzaste a hablar de tus aventuras, no era nada extraordinario, eras alto, ojos color miel, el trabajo en el campo te había dado un físico increíble y la educación que tus tíos de la ciudad se encargaban de darte te hizo un hombre culto e inteligente, pero mientras más hablabas de ellas menos interesante se ponía la charla.
Al terminar de contarme sobre ellas me llevaste a casa... me quede dormida esperando al siguiente día.
Aún era muy temprano, oí golpes en mi ventana, pero no era nada que no me esperaba, eras tu, así que me puse un par de botas, cogí un saco y salte la ventana para caer justo encima tuyo... nos levantamos y corrimos hacia el rió. Al llegar me imagine que seria otro día lleno de tus historias, pero no, habías llenado de hojas secas el contorno del árbol, caminaste sobre ellas y fue maravilloso el sonido de las hojas crujiendo, volviste hacia mi y me invitaste a caminar sobre ellas... Todo era verde a excepción de ese lugar, quede asombrada y contenta, al llegar al tronco del árbol me tomaste por la cintura y me diste un beso... te separe al instante y por un momento me regañe a mi misma por haber dejado que pasara el día de ayer sin haberte dicho la razón de mi viaje... entonces te lo dije, En dos meses me casare, ese fue el motivo de mi viaje, vine a preparar algunas cosas porque quiero casarme en el pueblo, tal y como alguna vez lo imagine.
Era esperada tu reacción, te fuiste corriendo y muy enojado, no me diste tiempo de contarte nada mas, creí que esa mirada llena de rabia seria la mirada tuya que nunca olvidaría, pero aun faltaba conocer de ti un lado que no me habías mostrado.
Desde niños formamos una amistad hermosa, acaso ingenuamente creías que podríamos ser como las historias de amor donde los amigos de infancia se reencuentran y terminan casándose?.
2 años atrás, poco tiempo después de que cumplí 20 años me diagnosticaron cáncer, aun así logre seguir con mi vida, quería contarte lo difícil que me fue aceptar casarme con el, lo difícil que fue para mi amarrar al hombre que amo a una trágica historia de amor, porque el final era el mismo en cualquier situación, el me perdería algún día, pero el al fin me hizo entender que sus días sin mi acabarían con su vida mas rápido que el cáncer con la mía.
Al verte con aquella muchacha entendí que aun me faltaba verte para contarte a ti mi mejor amigo, lo trágico y hermoso de mi situación, entre tantos problemas había logrado encontrar el amor, un amor que me aceptaba completamente, a mi y a mi enfermedad, pero no dejaste que te dijera nada.
Mi prometido llegaría esa tarde, nunca dude de lo enorme de tu corazón... tu ibas caminando enojado por lo ocurrido anteriormente y en el camino lo encontraste a el varado con su auto fregado, estaban como a 3 km de mi casa, sin saber quien era le ofreciste tu ayuda, pero el al saber tu nombre supo que eras el amigo del que siempre le hable, el se presento contigo, luego me contó que por un momento te quedaste callado y sin decir nada, pero luego de unos minutos le diste la mano y continuaste revisando su auto.
Al final el te invito a cenar con nosotros, creo que te logro convencer, así como lo hizo conmigo, te contó de la situación que estábamos pasando, de lo difícil de una relación como la nuestra, supongo que fue ahí que toco tu corazón y comprendiste la razón por la cual lo amaba tanto, aceptaste la invitación y pronto estaríamos cenando en mi casa.
Nunca imagine que el final de tu historia seria así, la mía seria trágica, eso ya lo sabia, pero la tuya... nunca me lo imagine.
Terminamos de cenar y fui a buscar vino a la cocina, el fue a poner algo de música a la habitación y tu viniste tras de mi para ayudarme con las copas, al llegar a la cocina me dijiste que me merecía la felicidad con el y que no me olvidara de pasar por la mañana a tu casa para recoger algo que debía ser mio, de pronto la casa empezó a sacudirse... deje caer la botella por el susto y tu tiraste las copas para sacarme de la casa, vi como todo poco a poco se venia abajo.
Ya estábamos afuera pero no lo veía a el por ningún lado, me angustie sobremanera, tu al verme así decidiste entrar a buscarlo... fueron los minutos mas largos de mi vida... mire alrededor y vi como todo el mundo en ese pequeño pueblo estaba en crisis, el pequeño cuerpo de bomberos no estaba preparado para una situación como aquella, en ese instante volví a mi preocupación, pero por fin te vi salir.
Horas después me enteraría que lo encontraste inconsciente debajo de la mesa, lo apoyaste en tu hombro y justo cuando estaban saliendo un pedazo de madera te golpeo y te causo una herida profunda, pero aun así seguiste caminando para salir de ahí junto a el.
Corrí a ayudarte, al sentir mis manos sobre tu hombro por fin te dejaste caer, el aun estaba inconsciente pero no veía heridas sangrantes en su cuerpo, tu sin embargo sangrabas sobre manera.... vi como tus ojos poco a poco se cerraban... y esa... esa fue la mirada que nunca olvidare.
Fue tu manera de decirme te amo... fue tu manera de regalarme felicidad... diste tu vida por unos cuantos años de mi felicidad, acaso lo valía?
Esa noche la muerte mas correcta hubiera sido la mía, después de todo yo estaba ya abrazando la idea de que pronto tenia que partir o la de el, yo ya me imaginaba que algún día lo perdería... pero tu? ni siquiera pudiste lograr entender que solo creías estar enamorado de mi, no tuviste tiempo para darte cuenta que yo no era de tu tipo, que solo creías que lo era, pero la realidad era otra.
A la mañana siguiente en el pueblo nos dieron mas noticias, no había muchas victimas fatales... hubieron muchos héroes, pero para mi tu fuiste el mejor... me quede un par de días para preparar tu entierro junto a tu madre y antes de partir a la ciudad le pedí a ella eso que me dijiste que no olvidara... Ella sonrió y me dijo que alguna vez había cometido la indiscreción de leerlo, y entonces dije... Ahh es un libro?, ella me dijo que era mas que eso, era un diario de tus aventuras con todas tus novias... escribías la razón por la que salias con cada una de ellas... tu madre sonrió y me dijo, en cada una de ellas lo especial era lo que tenia parecido contigo... sonríe y llore en silencio...
Me despedí del pueblo, hasta mi matrimonio.... un año después quede embarazada, el cáncer aun no era mas fuerte que yo, nació un pequeño niño lleno de vida... decidimos ponerle tu nombre, a sus cuatro años nos mudamos definitivamente al pueblo, el había conseguido dinero para poner un consultorio y yo conseguir dar clase en la escuela dos veces por semana...
Ya llevábamos viviendo 8 años en el pueblo... el pequeño Isaias no eran tan pequeño, acababa de cumplir 12 años, nos encargamos de que el siempre supiera de ti, de lo que hiciste por nosotros, a sus seis años le contamos la historia y el en su poco entender... nos dijo: Entonces el nos dio un Bonus Track como en los vídeo juegos?, sonreí y le dije que si.
El creció con la idea de que el Bonus track que nos regalaste no era para siempre... el cáncer se fue haciendo mas fuerte que mi cuerpo... mi corazón aun luchaba, pero mi cuerpo no lo acompañaba en su lucha, siempre estuve lista para partir, pero cuando tu hiciste ese sacrificio por mi felicidad me agarre mas fuerte que nunca de la vida... Debía ser feliz por dos personas... los 13 años de vida que me regalaste los llene de momentos hermosos y de fuerza, una enorme fuerza.
Ya se acerca el momento de partir, Isaias ya lo sabe y me pidió que cuando te vea le diga lo mucho que aprendió a quererte sin conocerte... pronto te veré y esta vez seré yo la que te sorprenda con un abrazo y un beso enorme, y al ver mis ojos sabrás que los años que me regalaste los llene de felicidad que alcanza para mi vida y la tuya... espera un poco amigo... que pronto Nos veremos....♥
