A veces cuando creemos ser de alguna manera y ponemos ese disfraz delante de nosotros mismos, de tal manera que hable antes, reaccione antes y hasta piense antes que la verdadera persona que somos, llegamos a un punto en el que se nos es imposible dejar de ser lo que hemos aparentado ser.
Llevé mucho tiempo pensando que las cosas eran blancas o negras, dejando de lado el color gris, dejando de lado un “Puede ser”, un “Tal vez” o un “Quizás”, era radical en todo aspecto, pero creo que cuando comenzamos a radicalizar cualquier parte de nosotros, llegamos a un punto en el que nos damos cuenta que no todo es así, que por ser de esa manera hemos perdido oportunidades, momentos hermosos, alegrías y sobre todo la satisfacción de haber hecho lo que queríamos hacer.
Estoy de acuerdo que hacer lo correcto no es hacer lo que queremos, al menos no en todos los casos.
Siempre quise elegir entre ser buena o ser mala, el disfraz que lleve por mucho tiempo se fue adaptando a mí, de tal manera que ahora estoy segura que soy yo la que me adapte a él.
Pero después de mucho tiempo, al final, me he dado cuenta que cuando nos referimos a nuestro ser, a nosotros mismos, no necesitamos elegir, no quiero ser mala, pero tampoco quiero ser completamente buena, se que habrá momentos en los que voy a equivocarme y tal vez lo haga a propósito, tal vez lo haga porque me encanta equivocarme, tal vez para la próxima vez elija no hacerlo, pero seré yo la que lo decida.
No quiero ser como todos quieren que sea, aunque lo que quiero hacer es arriesgado sé que es lo que yo quiero.
Justo ayer mientras estaba en mi cuarto, entre un montón de DVD’s de películas, encontré una que me llamo la atención, y que aun no la había visto, la puse en el reproductor y grande fue mi sorpresa que la película se trataba de algo similar a lo que estaba escribiendo, aunque un poco mas fatalista de lo que es mi vida.
Siempre quise ser buena, ser aquella muchacha tierna que no comete errores, una buena novia, una excelente amiga, una buena hija, pero creo que mi ser va más allá de ser solo un estereotipo de chica ejemplar, quiero ser alguien que vive, siente, disfruta y comete errores, y aprecia las lecciones que dejan dichos errores, aquella que no tiene miedo del que dirán, del que pensaran de mi.
Tal vez es por eso que no puedo tener novio, que no puedo hacer durar una relación, porque la mitad de ella me la paso pensando en la mitad de mis amigos, la mitad del tiempo estoy planeando la próxima salida en grupo y no la próxima cita.
Sé que la reputación que uno crea es importante, se que la clase de amigos que tengas hace la persona en la que te convertirás, ellos se vuelven tus asociados y al final terminas siendo o sacando parte de ellos para convertirlas en partes tuyas.
Pues mas allá de tener malas amistades, creo que muchas personas consideran que yo soy la mala amistad, y muchas otras consideran que solo sirvo para estar entre amigos y no para estar en familia, pero creo que soy más que eso, me encanta pasarla en familia, estar perdida en la inmensidad de la naturaleza, ser a veces la chica buena.
Pase mucho tiempo con sentimientos horribles dentro de mí, pero cuando alcance el perdón, todos ellos se fueron de mi corazón y ahora no hay más que sentimientos buenos, solo quedaron los buenos momentos, las buenas personas; tal vez es por eso que me es imposible que alguien me caiga mal, especialmente si es hombre, ellos son más fáciles de entender que las mismas mujeres, aunque sea una de ellas, debo confesar que nuestros sentimientos y acciones son demasiados complicadas incluso para nosotras mismas, y pues por eso mismo es que es más difícil entablar una amistad entre mujeres.
Quiero enamorarme, pero creo que por el momento lo único que buscare es la libertad, dicen que el amor verdadero es sinónimo de libertad, porque en él se mezcla la confianza, el cariño, la comunicación, la atracción, y la absoluta entrega de uno mismo, y pues por ahora solo quiero libertad, ya que nunca he encontrado a alguien que me ofrezca libertad y siempre he tenido que conseguirla estando sola, creo que aun no ha llegado esa persona que lejos de encerrarme con palabras, acciones y promesas, logre lo mismo dándome libertad y confianza absoluta.
Así que llegue a la conclusión de que no tengo que elegir, no entre ser mala o buena, como dice una canción, “Eres quien eres, mala si quieres”, esa es mi favorita, y como vi en la película, “Se dice de mí”, nunca crean lo primero que escuchan de alguien, a veces algo de eso puede ser cierto, pero en muchas más ocasiones de las que se pueden imaginar, hay más de lo que todos cuentan, y cuando se enamoren asegúrense que se sienten libre y que no hay ni una pizca de presión entre amigos y la pareja....♥
